Jugando con la Naturaleza
Muchas cosas trae mayo… Abre con el Día del Trabajo que no se va a trabajar, luego el Día de los Albañiles, recordatorios del Día de la Madre, las lluvias, las nubes grises, los relámpagos, los truenos, los verdes campos, las flores de izote, el canto de los pájaros, las chicharras, las luciérnagas, el paso de los azacuanes y sin faltar los chapinísimos zompopos de mayo.Nos anuncian que los aguaceros arreciaron y que es tiempo de sembrar. Los zompopos son alimento sano alto en proteínas y según dicen los decires, es platillo exquisito en San Martín Jilotepeque y Jacaltenango. Es bien sabido que no sólo de pan vive el hombre, de vez en mayo le cae bien un zompopito. En San Juan Sacatepéquez, la zompopiada se sirve de boquitas con las bebida para brindar y en Santa Ana Huista, Huehuetenango, le llaman “El Jocosh”. Según cuenta la leyenda, en ese bendito lugar chapín, los zompopos guiaron a los humanos prehistóricos para descubrir El Teocinte, una variedad de maíz silvestre que GuateLinda regaló al mundo. Huehuetenango es el centro genético de donde se originó el maizal que hoy alimenta al planeta, de tal manera que el mundo entero está en deuda con la biodiversidad de Guatemala y los chapinísimos zompopos.
En ciencias naturales, los maestros dejaron a los niños investigar sobre los seres vivos de la naturaleza, donde precisamente en mayo cada año en la época de invierno, cae desde el cielo Sompopos donde personas y niños, se divierten recogiendo para luego convertirse muchas veces parte de la dieta alimenticia de algunas familias , comiéndoselos con tortillas sal y limón.
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